El agua es la fuente de toda nuestra energía. Por este motivo, la base de una buena salud comienza indudablemente con una correcta hidratación. Y es que, el agua realiza múltiples funciones en nuestro cuerpo: transportar y distribuir nutrientes, eliminar toxinas, regular nuestra temperatura, ayudar al proceso digestivo. Para mantenernos en todo momento hidratados y suplir nuestra pérdida natural de agua se recomienda disponer de una fuente de agua o dispensador de agua.

Los dispensadores de agua nos facilitan la tarea de estar hidratados, tanto en casa como en nuestro puesto de trabajo. Nos permiten disponer de agua fría, natural o caliente desde un mismo punto. Suponen tanto un ahorro económico como medioambiental, dado que reducen la compra de agua embotellada. Además, las fuentes de agua mejoran la calidad del agua gracias a sus procesos de filtración.

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